La piedra, las ruinas, las raíces de los sitios olvidados...
Todo lo que nos rodea tiene vida propia
y todo lo que vive tiene recuerdos.
La obsesión de las caras en rocas tomó forma en este dibujo relativamente reciente.
Este es el principio de un cuento donde las montañas un día despiertan y nos recuerdan lo pequeños que realmente somos.
Imaginad a todos los paisajes despertando al unísono.
La broma final de la Naturaleza.
... o un nuevo guión para otra película catastrofista :-)
y todo lo que vive tiene recuerdos.
La obsesión de las caras en rocas tomó forma en este dibujo relativamente reciente.
Este es el principio de un cuento donde las montañas un día despiertan y nos recuerdan lo pequeños que realmente somos.
Imaginad a todos los paisajes despertando al unísono.
La broma final de la Naturaleza.
... o un nuevo guión para otra película catastrofista :-)
Muy original la idea de este dibujo, y también lo del relato. No me imagino a los Picos de Europa despertando y dándome los buenos días.
ResponderEliminarUn día contamos los dos el mismo relato en nuestros blogs. Lo que en tus manos adquiere una atmósfera surreal -no necesariamente da miedo- escrito por mí sería más bien cómico.
Por cierto, tienes razón en lo de que se puede hacer una película catastrofista con esta idea. Te la compra Roland Emmerich seguro, pues ha destruido ya la Tierra a base de marcianos, calentamiento global, un monstruo gigante y le faltan las montañas parlanchinas, porque se le deben haber acabado ya las ideas.